El monasterio de la Concepción es uno de los más antiguos y representativos conventos de clausura granadinos. Se encuentra ubicado en el corazón del bajo Albaicín, barrio Patrimonio de la Humanidad, frente a la Alhambra y paralelo a la carrera del Darro, singular espacio urbano de la Granada monumental.
Por bula del papa León X, en 1518, se funda en Roma este monasterio para religiosas franciscanas de la Tercera orden regular. Se erige sobre un conjunto arquitectónico en el que se integran armónicamente importantes palacios, casas y jardines moriscos preexistentes del periodo musulmán, junto a edificios propios de las construcciones conventuales cristianas. No menos importante que su arquitectura es el importantísimo patrimonio artístico, histórico y cultural que, a lo largo de estos cinco siglos, ha atesorado esta clausura. En su interior se conservan importantes documentos archivísticos, excepcionales publicaciones de la antigua imprenta granadina, bellísimos ornamentos y ricas piezas de orfebrería entre otros. Pero sin duda, las representaciones iconográficas, esculpidas o pintadas, son el conjunto patrimonial más importante y significativo, realizadas muchas de ellas por afamados y reconocidos artistas como Jacobo Florentino, Sánchez Cotán, los hermanos García, Pablo de Rojas, Pacheco, Ambrosio Martínez de Busto, Alonso y Pedro de Mena, Alonso Cano, Bocanegra, Juan de Sevilla, José de Mora y Risueño entre otros.
No faltan, junto a estas destacadas obras artísticas, las no menos importantes esculturas realizadas en barro y agrupadas en singulares ciclos temáticos. Con todo, el visitante que acuda a conocer el monasterio de la Concepción, no se va a encontrar únicamente obras de arte religioso expuestas como en los museos habituales. Lo más significativo de la visita a este conjunto conventual es contemplar las obras de arte ubicadas en su contexto, en el espacio y con el fin para el que fueron concebidas. La permanencia ininterrumpida de las monjas, desde su fundación hasta nuestros días, hace posible que, al visitar los distintos espacios y dependencias conventuales, nos adentremos en cinco siglos de historia, religiosidad, arte y cultura granadinas.