El antiguo monasterio Santa Paula de religiosas Jerónimas se implantó sobre un conjunto de casas, algunas de las cuales se incorporaron al convento; en su interior todavía se pueden observar algunas de dichas casas árabes.

La iglesia sigue el modelo de la iglesia de cajón cubierta con armadura de madera. En su interior se encontraban las sepulturas de sus fundadores. Para permitir la gran transformación que vivió la calle Gran Vía de Colón, el convento perdió su huerto pero ganó una fachada de corte historicista.

Su acceso se encuentra en la calle de Santa Paula.