En el eje barroco de Granada, y desde hace siglos el hospital se ha dedicado a cuidar a pobres y enfermos y para la formación de los hermanos hospitalarios. El hospital se asentó en un edificio renacentista, que se reformó y amplió en los siglos XVII y XVIII. Se organiza sobre dos patios porticados comunicados por una interesante escalera las denominadas de carroza.

Los corredores del primer patio se decoran con pinturas de Sánchez Saravia sobre San Juan de Dios, sobre zócalo ornado con azulejería barroca con piezas sevillanas y valencianas. En la planta principal está el oratorio, dividido en dos por una arquería, con bóvedas de yesería y techumbre de madera. Destaca la portada principal, erigida en 1609 por unos patronos privados en acción de gracias.